La diferenciación del servicio estriba, en gran medida, en la actitud con la que se afronta. Esto es: interviniendo desde el respeto,  la valoración y la consideración profunda por lo que el empresario ya ha construido.  Trabajando sin las limitaciones de los horarios convencionales. Las acciones que promovemos en la empresa, deben realizarse en el momento más oportuno para ti y la Organización, sin hacer ruido. Burocracia justa, la información tiene que fluir libremente y con confianza en ambos sentidos. Este intercambio de conocimientos debe ser eficaz. De lo contrario, poco podremos hacer el uno por el otro y se perderá  mucho tiempo, cuyo respeto por el mutuo y el ajeno, es de obligado cumplimiento. 

          En definitiva, la situación ideal, es que nosotros, los asesores, consultores, integremos tu equipo, temporal o indefinidamente, para que podamos estar tan cerca, tan cerca, que ante las dudas, inquietudes, necesidades, cambios, etc. se elabore un plan que pueda aplicarse con inmediatez. Esa planificación previa a la solución, siempre debe existir, para evitar sorpresas y disminuir el margen de error de la medida. Una planificación ágil y meditada, en la gestión de cualquier cambio inesperado, garantiza un alto porcentaje de éxito en la acción correctora, y acorta el tiempo de resolución. 

          Para ello, es imprescindible nuestra disposición a recalcular, readaptar, replanificar el proyecto de mejora diseñado, con tal que el factor sorpresa originado desde el exterior o desde el seno de tu empresa, no comprometa la consecución de tus metas, que deben ser las mismas que las de tus asesores/consultores. Para nosotros, la alta capacidad en la gestión del cambio es una autoexigencia.

          Ten en cuenta además que, en nuestro caso, lo que alimenta nuestro trabajo, además de horas de estudio, documentación, etc., lo que ponemos a tu disposición son puras experiencias, puras vivencias profesionales de aquellos que estuvieron del mismo lado del mostrador que tú; en los mismos escenarios o muy similares, a los que vivimos nosotros durante nuestra andadura profesional previa a la consultoría.